Este relicario realizado en la ciudad alemana de Nuremberg, alberga en su interior, entre otras, las reliquias del Lignun Crucis, San Juan Bautista y Santa Catalina. Este importante relicario fue regalado a la parroquia de San Juan Bautista en 1730 por el marqués de Alcántara del Cuervo, conservándose una auténtica de la reliquia de San Juan Bautista, fechada en Roma el día 15 de mayo de 1729. Tras la donación, el platero ecijano José Hernández Colmenares Gómez cobró 135 reales el día 8 de junio de 1732 por la ejecución de la figura del Bautista para el remate. Algunos días después, José Hernández cobró 50 reales por dos sepulcros de plata que hizo para insertarle las reliquias de "... un pedazo de la camisa de San Fernando, una espina de la corona de Cristo, la sangre de San Mateo y un hueso de San Andrés...".